martes, 6 de octubre de 2009
Bolero
Tantos años sin saber amar y ahora que te encuentro... no quiero nada más.
A veces me sorprendo sonriendo pensando en tus besos, en tus caricias por mi cuello mientras conduzco, en tu risa relajada por mis bromas. Quiero estar cerca de cada segundo de tu vida, sin importarme nada más que hacerte feliz el resto de mis días.
No tengo miedo, no busco nada, simplemente emocionarme con una canción mientras la escuchamos a oscuras en tu cama, o perderme en tus brazos cuando la luna nos vigila.
Como un bolero, bailo por las calles con el aire que respiras y respiro... todo el aroma que desprendes.
viernes, 28 de agosto de 2009
El sueño de una noche de verano
Debió ser la Marea, que me ahogó hasta dejarme la piel cuarteada, con la miel de tus labios por mi cuerpo desollado.
Debió ser Marte, que encendió las pupilas de quien mira tu sonrisa.
Debió ser Venus, y sus curvas.
No sé que fue… pero tengo el corazón desenfrenado si te toco, mientras tu rodilla lo ausculta sin permiso y tus dedos palpan el temblor de lo inconfesable, a oscuras.
Tres noches a tu lado y una vida sin sentido desde ahora.
“Fue bonito mientras duró” y yo me niego a cumplir las normas. Quiero morderte el labio y acariciar tu pelo si te acercas. Quiero… querer y no puedo. Y grito, y lloro, y golpeo este teclado sin consuelo alguno por tu ausencia.
Ausencia en todo siento.
No sé cuánto aguantaré.
Ni siquiera creo que tenga fuerza para combatirlo.
domingo, 23 de agosto de 2009
sábado, 15 de agosto de 2009
El Ocho
He pasado una noche “divertida”. Todo empezó cuando me acosté a eso de la 1 de la mañana y los dos cafés de la tarde comenzaron, con efectos retardados, a entrar en mi cerebro. Por ello, me puse a continuar la novela que me estoy leyendo ahora entre playa y apuntes: El Ocho, de Katherine Neville. La novela fue publicada en 1988 (me rodean los ochos) y por lo visto fue un gran éxito internacional. Últimamente lo estaba viendo en muchas librerías y se lo comenté a mi madre, con la que desde pequeña comparto libros de lectura, hasta los que me obligaba a leer cuando era mi maestra en la escuela. Ella fue la que dio el paso y un día apareció con él en sus manos, y ya lo llevaba a la mitad… La trama del libro gira en torno a un misterioso tablero de ajedrez que perteneció a Carlomagno y al cual se le atribuyó un poder sobrenatural. Va narrando historias paralelas en distintos períodos de la historia, incluyendo la Revolución Francesa y los albores de la crisis del petróleo de 1973.Después de un par de horas leyendo, decidí parar, no sólo por la hora que era sino porque me estaba empezando a dar un poco de susto. Sí… por infantil que parezca. Me quedé dormida enseguida debido al propio cansancio del día y empezó el desenfreno. En mi sueño empezaron a mezclarse imágenes del libro con apariciones extrañas de… mi hermana… con una cabeza de elefante entrando por la puerta de mi cuarto en ese momento y emitiendo sonidos guturales (el caballo del misterioso ajedrez es un elefante, debido a su origen Indú). Creo que mi subconsciente mismo fue el que propició que me despertara en ese mismo instante, y gracias.
Así que, me vi en la tremenda duda si continuar leyendo o intentar retomar un sueño normal, con sus praditos verdes y un gran helado de chocolate, pero la visión del portátil me iluminó: tenía que buscar información. El libro relata muchos acontecimientos históricos nombrando a personajes influyentes como Robespierre, Danton, Philidor o el mismísimo Carlomagno y yo necesitaba saciar algunas curiosidades. Después de zambullirme en plena Revolución Francesa y en la vida de sus progenitores, decidí investigar sobre el ajedrez de Carlomagno… y mi sorpresa llegó a más cuando descubrí que es toda una leyenda. Incluso hay gente que sigue buscando las piezas porque se piensa que existió de verdad. Cada página que iba leyendo me parecía más y más intrigante, hasta el punto de generar en mi cabeza una película que ya le gustaría al mismísimo Spielberg.
Una cosa llevó a la otra y me vi leyéndome las reglas del ajedrez, deporte que practicaba bastante con mi padre, que me enseñó algunas tácticas y jugadas maestras para engañar a tu adversario y hacerle creer que va ganando para que así se confíe y avance. Todo un mundo este deporte.
Con los ojos como dos ensaladeras, tanto por el asombro como por el mono de conocimientos ajedrecísticos e históricos, se me hizo de día.
He llegado a una conclusión: el ajedrez no es un simple juego de mesa que decora algunas estanterías del hogar. El ajedrez es un arte, es un don, es matemática y filosofía a la vez. Es música, la boca del Oráculo. Es saber e ignorar que un peón puede ser la clave. El ajedrez es perder, y ganar. Ganar a tu propia mente, adelantarte a ella y actuar con determinación.
Si la apoyan, se les idealiza como valientes o puros;
si la obstruyen, se les tilda de infames o cobardes.
Por consiguiente,
todo personaje típico suele enfrentarse con su contrario moral,
como las piezas blancas y negras del ajedrez.
Espero que no haya más elefantes.
miércoles, 12 de agosto de 2009
Menos vivo
Todo a mi alrededor se ha nublado y la tormenta moja mis huesos esparcidos por el suelo, me consumo. Como se consumen las horas mientras me acuerdo de tí. Qué puedo hacer si no hablar es lo que mejor sé, y te avisé, prefiero escuchar a tener que hablar y no tener nada que decir.
Y ahora qué, tú no sabes y yo me hundo. Nadie ha preguntado dónde estoy, nadie y todos saben. Todos saben menos tú, que tengo una espada clavándose en mi espalda.
Estoy perdida y los relámpagos ciegan mi camino.
Quiero hablar y siento un nudo que me ahoga.
Quiero andar y no tengo fuerzas.
Quiero gritar... y sólo consigo llorar.
Ahora más que nunca, ahora menos vivo.
miércoles, 29 de julio de 2009
busca-Me
Me he lanzado al vacío y sigo con la sensación de estar cayendo.
Estás empezando a dejar de ser platónicamente imposible, para ser platónicamente imborrable. Tus ojos me hablan más que tus manos y tu gracioso tartamudeo me incita a revolverte el pelo y jugar con tus pies en el agua. Ríes, y yo me ahogo. Me buscas. Te encuentro. Veinte personas a mi alrededor y sólo tú.
No sé si por el alcohol o por las ganas, pero esta noche podrías estar aquí, esta noche podrías ser mía. Sé que sabes que mis labios te llaman desde hace tiempo y también sabes que te llevo donde quieras por la simple razón de escuchar tu voz una última vez. Tu voz...
Definitivamente no voy a dormir esta noche. Las 6 de la mañana en mi reloj y las 5'30 en mi cabeza, paralizada mirando tus pasos hacia la nada.
Y si...?
miércoles, 1 de julio de 2009
Vacaciones

En apenas dos horas me largo a la playa unos días. Después del trepidante junio que he tenido ya va tocando un merecido descanso mental y psicológico. Nada como agarrar la arena con la mano mientras el sol atraviesa tus párpados para descongelar la sangre que se había estancado en todas las esquinas de mi cuerpo.
Este verano es especial, y desde hoy estoy dispuesta a exprimirlo como si fuera el último... porque de hecho lo es.
Amigos, familia, viajes, sonrisas, horas conduciendo, música, fiestas, sol, deshoras...
Gracias Julio, no sabes cuánto te echaba de menos.
¡Agur!
sábado, 20 de junio de 2009
365 días
Esta sensación de FIN invade cada esquina de mis entrañas.
No me gusta pensar en el futuro, pero estos días irremediablemente tengo que hacerlo. Cuando empiezas la carrera nunca ves que este día llegaría… y menos con tanta prisa. Oteando el horizonte de Granada en el atardecer, ya la empiezo a echar de menos.
Justo dentro de un año estaré levando anclas hacia un nuevo puerto, hacia una nueva vida.
MI vida.
Hoy he comprendido que la vida son etapas que van pasando por delante de nuestros ojos y lo único que podemos hacer es guardar las diapositivas en un álbum, porque nada se repite, nada permanece...
Tengo 365 días para despedirme.
365 días para hacer lo que nunca hice, para ir adonde nunca fui…
Será un viaje duro y seguramente me perderé en muchas ocasiones, pero es el viaje que siempre he esperado hacer, con un solo billete de ida, porque, aunque regresaré, todo será diferente. Saber con tanta precisión que en un año dejarás atrás todo lo que tienes actualmente, asusta. Al menos a mí.
Como me dijo mi abuelo poco antes de morir, voy a salvar a la humanidad. Es lo único que me motiva ahora mismo para empezar este camino.
Ya llegará el momento de las temidas despedidas, mientras tanto voy a disfrutar estos 365 días de la ciudad que me adoptó y me ha visto crecer, como nunca, como siempre.
Oviedo tendrá que esperar.
martes, 16 de junio de 2009
Cadencias
Últimamente me apetece mucho tocar el piano. Tal vez sea el único momento del día que disfruto como si fuera el último. Quiero componer, quiero descubrir melodías nuevas que me transporten a un oasis de tranquilidad y dejar de ser yo misma para convertirme en sonido.
Diluirme en el aire, vibrar al ritmo de mis pasos sobre el asfalto, abrasado, humeante, confundido por el acorde improvisado de los silencios.
Todo lo que no soy capaz de decir lo expreso con mis manos golpeando con rabia las teclas de este laberinto de blancos y negros, donde nadie es mejor que otro por el simple hecho de pensar diferente, de sonar diferente. Todos hablan el mismo idioma, sin metáforas ni silogismos absurdos para evitar ser sinceros.
A veces, las cadencias se rompen con un bemol perdido... o son tan perfectas que parecen cantar al unísono.
Yann Tiersen.
Palacio Congresos de Granada.
25 julio.
Empieza la cuenta atrás...
jueves, 11 de junio de 2009
Nivel 6
Y por fin se confirmó la tragedia:
La OMS ha decretado esta misma tarde que estamos bajo pandemia mundial por gripe A.
27.737 casos en 74 países. 141 muertes.
Hace 40 años que no vivimos una situación similar, la última y tercera pandemia de gripe del siglo XX fue la Gripe de Hong Kong de 1968, cuyo número de víctimas ascendió a cerca de 1 millón de habitantes.
Declarar el estado de pandemia demuestra la debilidad de los sistemas sanitarios y la poca fiabilidad de los servicios de protección que, aunque suene mal decirlo, invaden nuestras vidas. ¿Se invierte suficiente dinero en salud? ¿La salud es un derecho o un negocio? A veces es difícil distinguir la frontera entre ambos…
Según la OMS, adoptando medidas como el cierre de fronteras o las restricciones de los viajes, un país podría retrasar, pero no impedir, la llegada del virus. ¿La sociedad del siglo XXI está preparada para ver restringida su libertad por miedo a una pandemia?
¿Llegará el día en que haya más muertes por gripe A que por la gripe común H5N1?
Sólo nos queda esperar para ver los acontecimientos, con miedo o no, pero conscientes de que si algo va mal, siempre nos quedará la salida de echarle la culpa a otro.
1968: curiosa fecha para organizar un cotarro así.
2009: sobran las palabras
miércoles, 10 de junio de 2009
Patientia prima virtus est
1. tr. Tener esperanza de conseguir lo que se desea.
2. tr. Creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable.
3. tr. Permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo.
4. intr. No comenzar a actuar hasta que suceda algo.
5. intr. Dicho de una cosa: Ser inminente o inmediata.
6. intr. Poner en alguien la confianza de que hará algún bien
PACIENCIA (Del lat. patientĭa).
1. f. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.
2. f. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas.
3. f. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho.
4. f. Lentitud para hacer algo.
Y si espero pero no tengo paciencia?
Una de las dos tiene que perder... y la clave es la paciencia.
lunes, 8 de junio de 2009
Sálvese quien pueda
Puedo romper, puedo olvidar,
puede comerme la ansiedad,
puedo salir, puedo girar,
puedo ser fácil de engañar.
Puedo joder, puedo encantar,
puedo llamarte sin hablar,
puedo vencer, puedo palmar,
puedo saber que sin vosotros duele más.
Me estoy planteando la huída o inmolarme quemando una bandera europea en el Paseo de la Castellana nº 46 esta misma noche.
Tal vez busque el sueño americano, o me pierda en una isla de las Maldivas al más puro estilo Jack Shephard, operando con hilo de pescar y púas de erizos marinos. O mejor... quiero ser adoptada por un pingüino emperador, que la adopción de crías por parejas homosexuales lo tienen a la orden del día. Definitivamente, me voy al Polo Sur.
Vivir en un continente arcaico y conservador donde no reconozcan mis derechos como ser social y ser humano... me desestabiliza emocionalmente.
Y sí... al final voté.
Hay tanto idiota ahí fuera...
domingo, 7 de junio de 2009
Una vez leí...
Puedo tirarme de cabeza, vencer el vértigo...
o ser incapaz de hacerlo, a pesar de intuir cuántos ratos buenos me esperan abajo.
Puedo intentarlo una y otra vez y terminar siempre postergándolo,
o pedir ayuda a alguien para que me espere abajo con los brazos abiertos,
o necesitar un buen empujón para paliar el arrojo que me falta.
Puedo, sencillamente, sentarme a observar, desde la altura, desde otra persepectiva, lo que la vida me ofrece: nuevos encuentros, desencuentros, amores, desamores, complicidades... nuevos conflictos que (para no variar)
me traerán DE CABEZA.
sábado, 6 de junio de 2009
Hablamos de ludopatía
Apuesto todo lo que tengo por ganar esta partida.
Me miras.
Te miro.
Deseas saber mis cartas,
y yo deseo saber las tuyas.
Subes la temperatura apostando la mitad de mi mitad
pero yo tengo dos reyes y tú vas de farol, como siempre.
Me has acostumbrado a tu juego y ya no me pillas desprevenida.
Entra en la partida una tercera persona.
Juegas con tu mirada para que desee saber tus cartas y puedo intuir en tus ojos un farol que podría alumbrar toda la ciudad... pero apuestas.
No voy.
Dejo pasar mis dos corazones con miedo de perderlos en una partida que no es la mía.
Termina el juego y volvemos a hacer como si no pasara nada. Pero pasa, que has convertido esto en un entretenimiento donde tú impones tus reglas.
Ni siquiera tu abrazo puede saciar mis ansias de ganar.
Ni siquiera sabes que tengo un As en la manga, esperando que mi turno llegue...
Esto sólo acaba de empezar.
lunes, 1 de junio de 2009
Chemin..
¿Cuándo olvidamos mirar al cielo buscando respuesta a lo desconocido?
¿Por qué nos esforzamos en parecer fuertes...
y al escuchar una melodía se nos eriza el pelo?
Sólo recordamos que fuimos niños al dejar de serlo, añorando los juegos y las risas, el cariño, la confianza... Todo eso que perdemos al crecer.
Sólo cuando nos sentimos indefensos volvemos a buscar un regazo donde cobijarnos del diluvio, ingenuos al creer que nada podrá hacernos daño por ser más adultos.
Se nos tacha de pueriles a los que esperamos que la Luna se descuelgue algún día y la oscuridad sea la diversión de la semana, a los que miramos ese peluche confiando que hablará tarde o temprano, a los que escondemos chuches en el cajón, a los que nos preguntamos por qué las cosas son como son, y no son como deberían ser...
A mí que me tachen de todas esas listas, que no quiero perder más.
trop vite oubliés effacés
une lumière dorée brille sans fin
tout au bout du chemin.
viernes, 29 de mayo de 2009
Una vez leí...
El texto que viene a continuación lo he recordado hoy al escuchar las palabras de una amiga, desorientada por el infortunio al que dice, acostumbra a vivir.
Cuando yo era pequeño me encantaban los circos y lo que más me gustaba de ellos eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal preferido de otros niños. Durente la función, la enorme bestia hacía gala de un tamaño, un peso y una fuerza descomunales... Pero después de la actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y aunque la madera era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.
El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujeta entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando era niño, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces por el misterio del elefante... Alguno de ellos me explicó que el elefante no huía porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:"Si está amaestrado,¿por qué lo encadenan?"
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna vez.
Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:
"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño".
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día y al otro... Hasta que un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa, porque, pobre, cree que no puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.
Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.
Vivimos pensando que "no podemos" hacer montones de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo lo intentamos y no lo conseguimos.
Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: No puedo,no puedo y nunca podré.
Hemos crecido llevando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca.
Cuando, a veces, sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas, miramos de reojo la estaca y pensamos:"No puedo y nunca podré".
Tu única manera de saber si puedes es intentarlo de nuevo poniendo en ello todo tu corazón.
domingo, 17 de mayo de 2009
Verano adelantado
Se acabaron los paseos a las tres de la mañana hablándole a los gatos, al sol quemándote la piel en los jardines del Triunfo, a los atardeceres en el mirador buscándole un sentido a la espera…
Punto y fin a la astenia primaveral y la flaqueza confiando en que mi verano adelantado se lleve el polen de mis huesos. He buscado respuestas sin preguntas en unas canciones cuya melodía inventé y ya nadie las escucha.
Ni siquiera yo.
Qué diferente se ve todo desde la altura aconsejada.
Qué diferente me siento ahora que me río a carcajadas de la vida.
…porque 2+3 nunca serán sólo 5.
Lento, nulo el movimiento.
martes, 12 de mayo de 2009
...it's possible
Todas las canciones que han pasado por mis oídos acompañan momentos, personas, ciudades, sentimientos... Este disco me llevó de la mano durante el mayor cambio que pasé en mi vida personal. Inseparable de alguien que determinó mucho, ahora no es más que el recuerdo de lo que puede ser el principio de mi existencia...tal y como soy en la actualidad.
Gracias, Terra.
domingo, 10 de mayo de 2009
Ex nihilo
Ahora no son dos cuerpos los que chocan
sino dos tangentes paralelas,
las que cruzan.
Los recuerdos se detienen,
imperdonables,
imborrables,
arrinconados en la sombra
escapando del sol de tu sonrisa.
Correr,
en dirección contraria.
Buscando lo que no consiguen ver mis ojos
pero sí mis nervios.
Asumo la derrota este minuto
y al siguiente canto victoria,
exultante.
Nada surge de la nada
siempre que nada exista.
lunes, 4 de mayo de 2009
Café porcino
Me disponía a sentarme en una solitaria y esquinada mesa con mi café en la mano para olvidar una mala noche, cuando noté un bullicio fuera de lo normal para esa hora. Al acomodarme y despertar mis neuronas, comprendí a qué se debía: un profesor había dejado tirados a los alumnos de 4º en su clase de las 8 y éstos desayunaban triunfantes, como yo, por no tener que aguantar la primera clase de la semana. Habían juntado cuatro o cinco mesas para sentarse todos juntos y comentar entre risas las anécdotas de su todavía reciente viaje de estudios… a México.
Ha pasado una semana desde que volvieron y por “restricciones sanitarias” no habían podido incorporarse a las clases. En los periódicos locales leí, no hace mucho, que dos de ellos enfermaron al llegar a Granada y se activaron los protocolos de aislamiento y análisis correspondiente por si habían sido contagiados de la mal llamada gripe porcina. Parece ser que el estudio fue negativo puesto que ambos desayunaban apaciblemente en este grupo de estudiantes, si acaso algún desajuste digestivo propio de estos viajes pudo provocar los síntomas de alarma.
Observaba con cierta envidia su color de piel y su eterna sonrisa dibujada en la cara, rememorando las resacas de tequila y las quemaduras de 1º grado a causa del sol ecuatorial. De hecho no era la única persona de los allí presentes que los observaba: los profesores incrustados en la barra, las enfermeras en grupitos de 4 como acostumbran, los conserjes en la esquina y hasta los propios camareros que suelen evadirse de todo lo que acontece de barras para afuera, contemplaban con cierta cautela sus movimientos, por si acaso al mirarles se contagiaban de la gripe. Noté miedo en sus ojos y apuesto a que las conversaciones circulaban alrededor de un mismo tema.
He leído bastante sobre la gripe, tanto de optimistas como de pesimistas y ninguno me convence. Intento evitar caer en la demagogia en la que está sumida la sociedad de la crisis, pero es inevitable con el bombardeo informativo al que estamos sometidos. Nuestro destino es pasarlo mal. Sin trabajo, sin dinero, aumentando cada día los crímenes pasionales y ahora… sin salud. Así es tremendamente fácil manejar los hilos de una humanidad aterrada por la desaparición de la especie. Si Julio Verne pudo ver el futuro, los 1500 directores visionarios de películas como Soy Leyenda, Invasión, Rec, 12 monos… también pueden verlo.
Y ya avisaron las vacas británicas y los pollos chinos pero sin duda los cerdos mejicanos se están llevando el mérito, sin ánimo de ofender a nadie. Pobres ignorantes, al olvidar los medios de comunicación el “mal de las vacas locas” nos olvidamos nosotros también, sin saber que la enfermedad puede tardar 15 años en desarrollarse. Tal vez dentro de unos años se produzca una muerte súbita mundial a causa de los priones vacunos y a nadie le dará tiempo recordar si comió carne de ternera por esa época o no… ¿Y qué pasará cuando el dedo acusador se olvide de estos pobres cerdos que ni siquiera saben por qué mueren cada día centenares de colegas suyos? ¿Qué pasará cuando la OMS (Organización Mundial de la Salud) decida si pasamos de un nivel 5 a un nivel 6 de pandemia? ¿Y quién conoce los criterios que utiliza la OMS para decidir a su libre albedrío en qué momento se cambia de nivel? Nadie. Al igual que nadie sabe que esta gripe es un virus mutado que como él, hay millones cada día. Suerte que ya hay una vacuna... qué curioso...¿casualidad o causalidad?
Es normal que la gente tenga miedo si no para de ver cifras incrementándose en las pantallas de sus televisores. Y sin embargo es precisamente donde no hay pantallas de televisión donde mueren miles de personas cada día por enfermedades infeccioso-contagiosas como la malaria o el VIH... y la OMS no pasa de nivel.
Se me antoja contar un cuento. Pedro y el lobo. Dicen que Pedro, después de avisar tantas veces que venía el lobo, dejó de ser escuchado. Fue entonces cuando el lobo atacó al pueblo. Puede que hoy haya nacido el lobo que atacará de verdad a la humanidad para el cual no exista vacuna posible ni medios para matarlo. Tal vez hoy sea el principio de un final que, según los entendidos, cada vez está más cerca. Tal vez hoy Pedro, o mejor dicho, la OMS, solo esté jugando a lo que mejor sabe hacer: mentir.
Pero mientras tanto, seguiremos tomando café en las cafeterías y teniendo miedo de los cerdos o de las personas que han estado en México por si nos contagian lo que puede ser, el virus que nos mate a todos… hasta que dejen de bombardearnos e infundirnos el pánico colectivo y nos olvidemos de su existencia.
domingo, 26 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
Mudando la piel
Abro los ojos.
Estiro las piernas entumecidas por el frío. A quién se le ocurre dormir sin sábanas… Ah sí, tenía calor cuando caí abatida. Un sudor recorre mi cuerpo y exhalo el poco aire que me queda en el pecho. El esqueleto de dos cigarros me hace recordar que horas antes los vi muriendo en su agónico incendio, consumiendo el oxígeno de la habitación hasta que perdí el conocimiento. No recuerdo nada más.
Una débil luz tras la persiana dibuja las curvas de una espalda mientras noto una bala atravesar mi sien. Vuelvo a perder el conocimiento pero esta vez me da tiempo a cubrirme con la piel de serpiente que acabo de mudar. Se acerca el verano.
Abro los ojos.
Estiro un brazo entumecido por el frío para que el reloj me hable. 11 am.
Es el turno del otro brazo… no se mueve. Mi mano derecha se ha convertido en un fantasma, la siento pero no la veo, tal vez la perdí en algún rincón de esas extrañas curvas. Un ligero cosquilleo me la devuelve y delata al ladrón.
Un cuerpo. La oscuridad no me permite diferenciar a quién pertenece. Creo que también ha perdido la conciencia… No respira. Tal vez haya muerto. Aún conserva las huellas enrojecidas de mis dedos. Parece que luchó antes de morir, me ha arrancado la piel.
Tengo que huir. Descubrirán al asesino y será demasiado tarde.
martes, 31 de marzo de 2009
Me paro frente a tu portal. Te espero, o no… mientras la lluvia cala mis huesos hasta sacarte y así poder andar sin buscarte. Huyo del juicio del que una vez me tendió su mano, junto a la tuya, que ahora sabe orientarse sin mis huellas. Necesitaba volver a sentarme en el banco donde nos dijimos adiós, llámalo terapia de choque, pero funciona.
Barcelona… me lo das todo y me lo quitas todo. Soy capaz de emocionarme con el rumor de tus palomas, el humo de tus entrañas, el frío de tus calles. Pensé que saliste de mi vida y 365 días después te clavas de nuevo en mí sin avisar. Bueno, tal vez avisaste, pero no quise darme cuenta. Demasiadas señales. No he podido ver el azul de tu cielo, pero he visto un azul que podría ser mi cielo eternamente.
Maldita sensación de ingravidez.
No puedo verte, pero eres lo que necesito para ser yo mismo –le dijo un ojo al otro.
lunes, 23 de marzo de 2009
Despedidas
No me gustan las despedidas. Ya sé que es una frase hecha y que por mucho que la digamos… siempre hay una despedida.
Estos días deambulo por las calles para evitarte, sin pensar que en cuatro días desaparecerás de mi vida. No quiero decir las típicas frases “pásalo bien, seguiremos en contacto, aprovecha esta oportunidad…” porque en el fondo, no siento nada al decirlas. Tu marcha deja a mucha gente triste pero a mí me dejas rota, sin ilusión.
Nunca te lo dije pero aquella noche te hubiese besado si mi conciencia fuese ciega por un instante, ese instante en el que se paralizó el mundo y mi corazón. Sin embargo, no me arrepiento, hoy no podría mirarte una última vez a los ojos.
Qué semana más contradictoria, deseo que llegue el viernes pero me asusta que no estés al volver...
Dont stop the music, it feels good,
It keeps my mind of me missing you...
lunes, 16 de marzo de 2009
Linces y obispos
Me parece indignante y antimoral que se utilice la imagen del lince en pro de la “defensa de la especie humana”. No entiendo qué mente pudo comparar la situación que está sufriendo el pobre animal con la ley del aborto. ¿Es que nos hemos vuelto locos?
Caer en esta demagogia es algo que me repugna y suscita que personas con un poco de sentido común se rebele ante tales declaraciones. No sólo plantan la imagen de un pobre cachorro sino que además enarbolan la bandera de la protección de la especie humana, cuando ellos mismos impiden la investigación científica para curar enfermedades mortales para el hombre.
Lo siento pero no me lo creo, el lince os importa más bien poco.
Seriedad señores, y cada uno a sus asuntos.
He aquí la prueba del delito:
jueves, 12 de marzo de 2009
Ciclos
Me bebo la energía que emanan los aromas de la calle, sin esperar que alguien se percate de mi existencia. Hoy soy transparente, sólo algunos seres que yo escojo pueden verme.
Cansada de palabras vacías y sentimientos que pesan más que la ignorancia, hago barro de las cenizas para alzar mi silueta y que la brisa erosione mis curvas a su antojo.
Debe ser la luna llena, que despierta mis instintos más ocultos únicamente visibles cuando le doy tregua a la razón.
Se agudizan mis sentidos. Lo escucho todo. Lo siento todo... Hasta si algún corazón se vuelca al verme, lo veo en sus ojos.
Hoy soy capaz de todo, hasta de hablarle al silencio.
martes, 10 de marzo de 2009
He vuelto, pero una parte de mí se ha quedado allí, esperándome, buscándose…
Es la segunda vez que tengo la sensación de pertenecer a otra ciudad, después de Barcelona.
Cada vez tengo más claro que en algún momento volaré de Granada aunque me aten muchas personas y circunstancias. Quiero empezar desde cero entre otras caras, otras calles, otros ruidos.
Paseando lentamente por Warwick Avenue, con las manos en los bolsillos y hablando de nuestra vida después de la facultad… no echaba en falta nada mas que el impulso para lanzarme fuera de las murallas nazaríes.
Saciar estas ganas de vivir momentos nuevos y abrirme paso entre el espeso humo que crea la dependencia es algo con lo que sueño desde hace tiempo.
Mientras tanto, espero mi momento reinventándome en cada ciudad.
martes, 3 de marzo de 2009
Tira millas
Me encanta viajar. Desde mi último viaje a México estoy inquieta con mis ansias de mundo y aunque repita con este, será un viaje diferente. Distintas personas, nuevas experiencias, nuevos sitios por ver, nuevas conversaciones y un único objetivo: rememorar Marzo 2008.
Vuelvo al lugar que vivió el comienzo del fin y hoy te recuerdo con rabia. Londres merecía una segunda oportunidad.
Creo que este viaje me sacará del círculo vicioso en el que me estaba sumiendo.
Hasta más ver!
lunes, 2 de marzo de 2009
Con todo para tí, nada a mi lado
Si quieres, decimos a Sabina que nos nombre
Si quieres, buscamos en el cielo más razones
Que la luna es niña que juega y se esconde.
Si quieres...
viernes, 27 de febrero de 2009
martes, 24 de febrero de 2009
Reencuentros
Gracias por recordarme que no puedo vivir sin tu música.
viernes, 20 de febrero de 2009
En el abismo
Y entre pensamiento y pensamiento… silencio.
Silencio para olvidarme de los silbidos de las calles, del ronroneo de las conversaciones sin sentido, del incesante tintineo de mi cabeza… Qué insignificantes somos ante tanta grandeza y cuán grande es nuestra desdicha sin saberlo. Esta necesidad de querer ser, de pretender buscar piedras en un desierto de arena y cal, esta sensación de no encontrar el camino de vuelta a casa...
La soledad me invade, rodea cada centímetro de mi piel. Soledad que no duele, que incluso puede llegar a derretir el hielo por la calidez de su abrazo.
Desprenderse de tí misma, dejarte caer sin miedo a perder la razón y escuchar sólo tu agitada respiración. Disfrutar de cada cosquilleo entre tus dedos, cada vuelco de tu corazón. La brisa atonta mis reflejos y no siento más que aire en mis pulmones. Tal vez sea lo único que necesito ahora. Respirar. Del resto de acciones puedo prescindir.
Y qué si me caigo… y qué si tropiezo con alguien que se cruza en mi camino y me tira al suelo. No tengo miedo de las heridas y los golpes. Disfruto, sonrío cuando doy un giro afortunado y al llegar al final sólo me queda la ilusión por volver a repetirlo.
En el abismo me doy cuenta... por fin puedo empezar de cero.
martes, 10 de febrero de 2009
sábado, 7 de febrero de 2009
Curiosidades del ser humano. Parte I
A veces resulta curioso preguntar a alguien cómo está o cómo está su familia y oir a continuación un compendio ilustrado sobre las patologías que afectan a sus seres queridos que ya le gustaría al mismísimo Harrison. Pero es algo que ya me avisaron cuando entré en 1º con la ilusión de curar a la humanidad de sus males: “A partir de ahora sois los médicos oficiales de vuestra familia, amigos, vecinos e incluso de los transeúntes que os vean con los libros de clase”.
Y así fue…
La mayoría de las veces me preguntan sólo curiosidades sobre el funcionamiento del organismo, otras se convierten en miedos disfrazados de curiosidad. La verdad es que es frustrante no tener respuesta a todas esas dudas porque ves la decepción en sus caras y te sientes impotente de no calmar sus intrigas. Y para las que tengo respuesta… les parece aburrido y pierden toda la magia que ellos habían creado alrededor de una simple uña.
Lo que más me gusta de estos momentos es que me inspiran a investigar sobre el asunto y a encontrar mis propias respuestas en los libros que hasta ese instante acumulaban polvo en la estantería. A veces pienso que es como realmente aprendo y no con las pesadas clases magistrales power-point-dependientes.
Y aquí está la última curiosidad resuelta que me han consultado en varias ocasiones:
¿Por que una persona no puede hacerse cosquillas a sí misma?
Buena ¿eh?
Reirse cuando otra persona te hace cosquillas es una reacción natural. Los científicos descubrieron que la sensación es similar en un principio al miedo y, por tanto, sería un mecanismo de defensa ante animales, bichos… Si alguna araña se atreve a pasearse sobre nuestra piel, produce un cosquilleo que activa la señal de alarma para girar la cabeza, dar un grito y correr como loco buscando a alguien que te quite la araña de encima. Mecanismo natural de defensa del ser humano por excelencia…
La mayoría de nosotros tenemos alguna zona de nuestro cuerpo especialmente sensible a las cosquillas y, normalmente, es bastante fácil de encontrar. Sin embargo, el factor sorpresa es algo esencial. Aquí es donde estriba la diferencia entre las cosquillas inducidas y las auto-cosquillas.
Está claro que no es algo meramente sensitivo, puesto que de ser así tampoco tendríamos esa sensación cuando alguien nos hace cosquillas. Esto tiene que ser cosa del cerebro…
En el cerebro existe una parte, el cerebelo, que se encarga de controlar nuestros movimientos. Esta región es capaz de predecir las sensaciones de nuestros propios movimientos pero no cuando esos movimientos los hace otra persona (Estas personas serían los bichos de los que nos tenemos que defender).
Cuando intentamos hacernos cosquillas, el cerebelo predice esa sensación y se cancela la transmisión hacia otras áreas cerebrales relacionadas con las cosquillas. Con respecto a esto, hay estudios que revelan la existencia de dos áreas de la corteza cerebral que se activan cuando nos reímos por las cosquillas: una procesa el tacto y la otra procesa la sensación agradable. Por tanto, estas dos regiones se inhiben porque el cerebelo no tiene intención de avisarlas ya que sabe perfectamente lo que se va a encontrar después.
Y eso es todo.
Es un buen momento para intentar hacerte cosquillas, a ver qué pasa.
Y no vale hacerse el tonto… que el cerebro es muy listo.
viernes, 6 de febrero de 2009
martes, 3 de febrero de 2009
23

Hoy es el típico día que mi madre describe cómo fue mi nacimiento. Aunque fui fruto de un desenfreno nocturno, cuando asomé la cabeza al mundo sólo había sonrisas y monosílabos de cariño. Era la tercera en discordia y el elemento que faltaba para ser familia numerosa (por aquella época), así que traje un par de panes debajo del brazo, como decía mi abuela.
Mi madre recuerda mi nacimiento mejor que cualquier otro, fue rápido y apenas le molesté al salir de mi escondite durante 9 meses. Tal vez porque llevaba dos semanas de retraso y ya tenía vía libre desde hacía tiempo… pero si me retrasé no fue más que un capricho, me gusta Febrero. El mes de los locos, como yo.
Me desperté a las 5 de la mañana y levanté a una familia entera de su sueño reparador. Seguramente alguien soltaría la típica frase de… “vaya horitas de nacer, hija” pero es que lo tenía todo calculado. Fue nacer y volver a dormirme.
Era una noche tormentosa, sólo se oían las olas del mar chocar contra los espigones y cuando amaneció todo estaba bañado en esa humedad fresca de un invierno lluvioso en la costa malagueña. Dicen que el mar tenía un color verde botella inquietante. Yo no lo recuerdo.
Nací llamándome Julia. Siempre he pensado que mi vida sería muy diferente si mi nombre hubiese sido ese. Tal vez no tendría los amigos que tengo o no me habría interesado por la medicina. Julia es un nombre de abogada o de reportera de Telecinco:
- “Julia Machado, desde Granada para informativos Telecinco”.
No, mucho mejor como estoy, dónde va a parar.
Fueron mis hermanos los que gritaron mi nombre al unísono cuando vinieron a verme al hospital y todavía les doy las gracias por ello.
Aunque viví pocos años en mi ciudad natal, mantengo muy buenos recuerdos de aquella época, cuando mi único problema era la duda de salir a jugar a las 5 de la tarde o desobedecer a mi madre y salir a las 4. A veces, cuando visito mi antigua casa, me siento enfrente de la puerta unas horas a observar el entorno que me enseñó el quid de la cuestión humana: aprender a jugar como un niño para ser adulto como un adulto.
Y aquí estoy, 23 años después y con 23 buenas razones para sonreir cada día.
lunes, 2 de febrero de 2009
domingo, 1 de febrero de 2009
Pero...¿qué sensacion de esperanza o de satisfacción podría obtener el lector con semejante final? Por eso en el libro quise entregar a Robbie y a Cecilia lo que se perdieron en vida.
Quiero creer que esto no es debilidad o evasión... sino un acto de cariño.
Así, yo les daba su felicidad.

miércoles, 28 de enero de 2009
martes, 27 de enero de 2009
Volar...

Soy consciente de los límites de la razón y el empirismo, incluso puedo aceptar morir de anhedonia* crónica, pero por favor… no destruyas la poca materia gris que me queda. Mis neuronas ya perdieron el camino de vuelta una vez y no quiero que las pobres tengan que pasar por esto, que los dioses me libren de reeducarlas de nuevo.
Quizá hace un tiempo hubiese dudado de la gratificación al conseguir la ansiada disociación cuerpo-mente, pero hoy… creo que me lo merezco.
Me he portado bien.
Además, tan sólo eres un estúpido órgano visceral que se limita a bombardear sangre de un lado a otro, qué más te da olvidarte de mí por un tiempo.
Tú sigue a lo tuyo que ya vivo yo por mi cuenta.
Fue un placer conocerte.
*Desaparición total de las sensaciones placenteras durante actos que normalmente producen placer.
lunes, 26 de enero de 2009
Marioneta de metal
Veo luz, el agujero que permite la entrada de oxígeno en mis pulmones de hojalata deja al descubierto un destello de sol reflejado en los brillantes zapatos de un bailarín despechado, ahora convertidos en mi almohada.
Hace tan sólo un minuto he intentado moverme pero sólo he conseguido enredar más mis hilos con los botones de esta sucia camisa. Bueno… camisa… trapo viejo más bien.
Me despiertan cada mañana los agitados pasos de quien una vez sonrió al mirarme, aquel que se ilusionó como un niño con zapatos nuevos al tener entre sus manos la primera marioneta de metal construída. Si pudiéseis sentir como yo sentí una vez su energía, su renovada ilusión por volver a ser el niño que nunca pudo ser… Sin embargo soy demasiado pesada para sus tiernas manos. Se aburre cuando comprueba mi torpeza al caminar y mi rostro oxidado por el tiempo. Ya no puede jugar conmigo y se frustra como yo.
Y aquí me hallo, entre polvo y trastos viejos. Al menos tengo compañía.
domingo, 25 de enero de 2009
sábado, 24 de enero de 2009
Sol de media tarde
“Me da pena abandonar esta ciudad” – pensó mientras abría el enorme portón que le separaba de la calle.
Aquel día olía todo diferente. El alquitrán de la carretera, el cálido aroma a pan recién hecho, la tierra mojada de las flores recién regadas… Aquel día todo estaba vivo para ella, incluso las farolas parecían darle los buenos días en un agónico intento por evitar su marcha. Le costó entrar en el autobús pues quería absorber toda la esencia de esa mañana, de su última mañana. Sin embargo la pesadez de las piernas le hizo cambiar de opinión.
Al llegar a la cafetería se sentó en el rincón, casi reservado para ella, no sin antes saludar con un leve giro de cabeza al camarero que estaba detrás de la barra. Le sonrió. No hizo falta pedir nada, al instante tenía en su mesa la infusión y la tostada de aceite. Vaciló un momento si pedir otra cosa pues apenas podía masticar bien la tostada, pero el olor le recordó a su infancia, corriendo de olivo en olivo buscando un escondite para evitar las riñas de su madre.
Sus manos temblaban, no sabía si de frío o por la enfermedad que la estaba consumiendo. Se quedó observándolas un instante, aquellas manos que años atrás habían sido partícipes de tantos nacimientos, de tantas luchas por matar el hambre de sus hijos o consolar a su marido después de una estúpida guerra.
Aquellas manos que ahora olvidaban.
Nadando en sus pensamientos ni siquiera fue capaz de escuchar la campanita de la puerta. Una familia tomó asiento cerca de la mesa donde se encontraba ella, sin reparar en su presencia. Sólo la pequeña de la familia se quedó mirando, sonriente, esperando una respuesta que no obtuvo hasta que ella despertó de sus sueños pasados. Sus miradas eran muy distintas: una estaba llena de energía y de inquietud, la otra estaba desgastada por el tiempo y la tristeza. Ella le invitó a acercarse, pero la joven dudó si correr hacia sus padres o ir al encuentro de la “señora de la esquina”, como acostumbraba a llamarla. Finalmente se decidió y fue con paso firme hacia su mesa. Ni siquiera buscó la aprobación de sus padres puesto que estaban inmersos en sus respectivas tazas de café y en las noticias del viejo televisor del fondo.
- Buenos días – se apresuró a decir la pequeña
- Buenos días mi niña.
No pudo contener la curiosidad, aquella mañana los ojos de la señora eran diferentes, tenían un color gris apagado especialmente intrigante.
-¿Qué les pasa a sus ojos hoy?
- Que están tristes y cuando están tristes cambian de color. Como el cielo cuando está triste y llora, se pone gris.
-¿Y por qué esta triste?
- Porque ya no puedo vivir sola.
La pequeña se quedó pensativa, sin querer se estaba encontrando por primera vez con la compasión y se sentía rara, sin fuerzas. No supo articular palabras después de aquello y se limitó a sacar del bolsillo de su abrigo un caballito de plástico.
- Toma, es mi caballito de la alegría. Juego con él cuando mis papás me riñen y me siento mejor.
La señora cogió el inocente regalo con una sonrisa en sus labios y casi entre lágrimas.
Hoy era su cumpleaños.
- Gracias mi niña, espero no olvidarme de tí nunca.
- ¿Y por qué te ibas a olvidar de mí? – se interesó la joven.
- Últimamente me olvido de las personas sin querer.
Por la tarde puso rumbo a su nuevo hogar, con su caballito y los ojos grises como el cielo con la esperanza de recordar cada segundo que pasó en las calles de su barrio, cada conversación con las vecinas, cada paseo por la Cartuja… Sin embargo, todo aquello caería en el olvido.
Sola, por las noches, regresaba a sus olivos, a sus telas, a sus plantas... y hacia aquel sol de media tarde sumergiéndose en el río.
viernes, 23 de enero de 2009
A la tercera DICEN que va la vencida
En fin, a lo que iba, que me voy por los cerros de Úbeda.
Este es el trecer blog que traigo al mundo. Con el primero me frustré y el segundo sólo sirvió para prolongar la agonía de un desengaño sentimental. Bien podía haber escrito en papel, pero prefiero preservar a la celulosa de mis ignorantes palabras. Así que aquí estoy, por tercera vez y espero que última.
No he dormido esta noche y empezaron a llover ideas en mi cabeza. Intentaba no pensar en los síntomas de las parasitosis infantiles así que mis neuronas buscaron una salida de emergencia para no caer en la tentación. Et... voilà!
En menos de 4 horas tengo mi primera auditoría con los exámenes.


