Puedo tirarme de cabeza, vencer el vértigo...
o ser incapaz de hacerlo, a pesar de intuir cuántos ratos buenos me esperan abajo.
Puedo intentarlo una y otra vez y terminar siempre postergándolo,
o pedir ayuda a alguien para que me espere abajo con los brazos abiertos,
o necesitar un buen empujón para paliar el arrojo que me falta.
Puedo, sencillamente, sentarme a observar, desde la altura, desde otra persepectiva, lo que la vida me ofrece: nuevos encuentros, desencuentros, amores, desamores, complicidades... nuevos conflictos que (para no variar)
me traerán DE CABEZA.
Teresa Nieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario