Gracias por recordarme que no puedo vivir sin tu música.
martes, 24 de febrero de 2009
Reencuentros
Me reencuentro con tu piel, fría, dura, suave… Me reencuentro con tus curvas que acaricio con mis manos casi con los ojos cerrados. Tu y yo, de nuevo frente a frente. Sin quererlo pasan por mi cabeza muchos momentos a tu lado, muchas risas y muchas lágrimas. Emociones que un día rechacé por vivir otra vida. Ahora me pregunto por qué te dejé de lado si tantas sensaciones creas en mi interior, confundido y con miedo a recaer en un amor imposible.
Te odié sin poder evitarlo, tus cuerdas me asfixiaban y la desilusión se apoderó de mis manos temblorosas buscando sin consuelo una recompensa que nunca llegó. Culpa mía, de no saber sacar lo mejor de tí. Mientras te escucho no puedo evitar que vuelvan a aparecer lágrimas en mis ojos, pero esta vez no son lágrimas de impotencia. No lo sabía, pero te echaba de menos. Mi piel se eriza y el corazón me late con fuerza, imparable, incontrolable.
Gracias por no borrar las huellas blancas que dejé, por recordar la forma de mis manos, por no guardar rencor al olvidarte en ese viejo armario.
Gracias por recordarme que no puedo vivir sin tu música.
Gracias por recordarme que no puedo vivir sin tu música.
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