sábado, 20 de junio de 2009

365 días

No puedo dormir.
Esta sensación de FIN invade cada esquina de mis entrañas.

No me gusta pensar en el futuro, pero estos días irremediablemente tengo que hacerlo. Cuando empiezas la carrera nunca ves que este día llegaría… y menos con tanta prisa. Oteando el horizonte de Granada en el atardecer, ya la empiezo a echar de menos.

Justo dentro de un año estaré levando anclas hacia un nuevo puerto, hacia una nueva vida.
MI vida.

Hoy he comprendido que la vida son etapas que van pasando por delante de nuestros ojos y lo único que podemos hacer es guardar las diapositivas en un álbum, porque nada se repite, nada permanece...

Tengo 365 días para despedirme.
365 días para hacer lo que nunca hice, para ir adonde nunca fui…

Será un viaje duro y seguramente me perderé en muchas ocasiones, pero es el viaje que siempre he esperado hacer, con un solo billete de ida, porque, aunque regresaré, todo será diferente. Saber con tanta precisión que en un año dejarás atrás todo lo que tienes actualmente, asusta. Al menos a mí.

Como me dijo mi abuelo poco antes de morir, voy a salvar a la humanidad. Es lo único que me motiva ahora mismo para empezar este camino.

Ya llegará el momento de las temidas despedidas, mientras tanto voy a disfrutar estos 365 días de la ciudad que me adoptó y me ha visto crecer, como nunca, como siempre.

Oviedo tendrá que esperar.

martes, 16 de junio de 2009

Cadencias

Últimamente me apetece mucho tocar el piano. Tal vez sea el único momento del día que disfruto como si fuera el último. Quiero componer, quiero descubrir melodías nuevas que me transporten a un oasis de tranquilidad y dejar de ser yo misma para convertirme en sonido.

Diluirme en el aire, vibrar al ritmo de mis pasos sobre el asfalto, abrasado, humeante, confundido por el acorde improvisado de los silencios.

Todo lo que no soy capaz de decir lo expreso con mis manos golpeando con rabia las teclas de este laberinto de blancos y negros, donde nadie es mejor que otro por el simple hecho de pensar diferente, de sonar diferente. Todos hablan el mismo idioma, sin metáforas ni silogismos absurdos para evitar ser sinceros.

A veces, las cadencias se rompen con un bemol perdido... o son tan perfectas que parecen cantar al unísono.





Yann Tiersen.
Palacio Congresos de Granada.
25 julio.


Empieza la cuenta atrás...

jueves, 11 de junio de 2009

Nivel 6

Y por fin se confirmó la tragedia:

La OMS ha decretado esta misma tarde que estamos bajo pandemia mundial por gripe A.

27.737 casos en 74 países. 141 muertes.

Hace 40 años que no vivimos una situación similar, la última y tercera pandemia de gripe del siglo XX fue la Gripe de Hong Kong de 1968, cuyo número de víctimas ascendió a cerca de 1 millón de habitantes.

Declarar el estado de pandemia demuestra la debilidad de los sistemas sanitarios y la poca fiabilidad de los servicios de protección que, aunque suene mal decirlo, invaden nuestras vidas. ¿Se invierte suficiente dinero en salud? ¿La salud es un derecho o un negocio? A veces es difícil distinguir la frontera entre ambos…

Según la OMS, adoptando medidas como el cierre de fronteras o las restricciones de los viajes, un país podría retrasar, pero no impedir, la llegada del virus. ¿La sociedad del siglo XXI está preparada para ver restringida su libertad por miedo a una pandemia?

¿Llegará el día en que haya más muertes por gripe A que por la gripe común H5N1?

Sólo nos queda esperar para ver los acontecimientos, con miedo o no, pero conscientes de que si algo va mal, siempre nos quedará la salida de echarle la culpa a otro.



1968: curiosa fecha para organizar un cotarro así.

2009: sobran las palabras



miércoles, 10 de junio de 2009

Patientia prima virtus est

ESPERAR (Del lat. sperāre).

1. tr. Tener esperanza de conseguir lo que se desea.

2. tr. Creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable.

3. tr. Permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo.

4. intr. No comenzar a actuar hasta que suceda algo.

5. intr. Dicho de una cosa: Ser inminente o inmediata.

6. intr. Poner en alguien la confianza de que hará algún bien



PACIENCIA
(Del lat. patientĭa).

1. f. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.

2. f. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas.

3. f. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho.

4. f. Lentitud para hacer algo.



Y si espero pero no tengo paciencia?

Una de las dos tiene que perder... y la clave es la paciencia.

lunes, 8 de junio de 2009

Sálvese quien pueda





Puedo romper, puedo olvidar,
puede comerme la ansiedad,
puedo salir, puedo girar,
puedo ser fácil de engañar.

Puedo joder, puedo encantar,
puedo llamarte sin hablar,
puedo vencer, puedo palmar,
puedo saber que sin vosotros duele más.




Me estoy planteando la huída o inmolarme quemando una bandera europea en el Paseo de la Castellana nº 46 esta misma noche.
Tal vez busque el sueño americano, o me pierda en una isla de las Maldivas al más puro estilo Jack Shephard, operando con hilo de pescar y púas de erizos marinos. O mejor... quiero ser adoptada por un pingüino emperador, que la adopción de crías por parejas homosexuales lo tienen a la orden del día. Definitivamente, me voy al Polo Sur.

Vivir en un continente arcaico y conservador donde no reconozcan mis derechos como ser social y ser humano... me desestabiliza emocionalmente.

Y sí... al final voté.



Hay tanto idiota ahí fuera...

domingo, 7 de junio de 2009

Una vez leí...

...llego al borde del trampolín, me asomo, evaluó la altura, me preparo.

Puedo tirarme de cabeza, vencer el vértigo...
o ser incapaz de hacerlo, a pesar de intuir cuántos ratos buenos me esperan abajo.

Puedo intentarlo una y otra vez y terminar siempre postergándolo,
o pedir ayuda a alguien para que me espere abajo con los brazos abiertos,
o necesitar un buen empujón para paliar el arrojo que me falta.

Puedo, sencillamente, sentarme a observar, desde la altura, desde otra persepectiva, lo que la vida me ofrece: nuevos encuentros, desencuentros, amores, desamores, complicidades... nuevos conflictos que (para no variar)
me traerán DE CABEZA.


Teresa Nieto

sábado, 6 de junio de 2009

Hablamos de ludopatía

Tengo dos cartas en la mano. Espero mi turno… voy.
Apuesto todo lo que tengo por ganar esta partida.
Me miras.
Te miro.
Deseas saber mis cartas,
y yo deseo saber las tuyas.
Subes la temperatura apostando la mitad de mi mitad
pero yo tengo dos reyes y tú vas de farol, como siempre.
Me has acostumbrado a tu juego y ya no me pillas desprevenida.


Entra en la partida una tercera persona.
Juegas con tu mirada para que desee saber tus cartas y puedo intuir en tus ojos un farol que podría alumbrar toda la ciudad... pero apuestas.
No voy.
Dejo pasar mis dos corazones con miedo de perderlos en una partida que no es la mía.


Termina el juego y volvemos a hacer como si no pasara nada. Pero pasa, que has convertido esto en un entretenimiento donde tú impones tus reglas.

Ni siquiera tu abrazo puede saciar mis ansias de ganar.

Ni siquiera sabes que tengo un As en la manga, esperando que mi turno llegue...
Esto sólo acaba de empezar.

lunes, 1 de junio de 2009

Chemin..

¿Dónde apartamos la inocencia?
¿Cuándo olvidamos mirar al cielo buscando respuesta a lo desconocido?
¿Por qué nos esforzamos en parecer fuertes...
y al escuchar una melodía se nos eriza el pelo?

Sólo recordamos que fuimos niños al dejar de serlo, añorando los juegos y las risas, el cariño, la confianza... Todo eso que perdemos al crecer.
Sólo cuando nos sentimos indefensos volvemos a buscar un regazo donde cobijarnos del diluvio, ingenuos al creer que nada podrá hacernos daño por ser más adultos.

Se nos tacha de pueriles a los que esperamos que la Luna se descuelgue algún día y la oscuridad sea la diversión de la semana, a los que miramos ese peluche confiando que hablará tarde o temprano, a los que escondemos chuches en el cajón, a los que nos preguntamos por qué las cosas son como son, y no son como deberían ser...



A mí que me tachen de todas esas listas, que no quiero perder más.


Bonheurs enfantins
trop vite oubliés effacés
une lumière dorée brille sans fin
tout au bout du chemin.